Ahora, en esta era de características constantemente cambiantes, la educación es un recurso clave para desarrollarse personal y colectivamente. Representa no solo una apuesta por el futuro individual sino también por el progreso de nuestras comunidades. ¿Puede entonces la inversión en educación facilitar el acceso a mejores oportunidades laborales? A continuación, exploramos esta pregunta.
Inversión de futuro, se considera como una inversión en el futuro. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que los graduados universitarios ganan en promedio un 56% más de ingresos que aquellos que solo tienen educación secundaria. Los analistas citan cómo este hallazgo subraya el hecho de que la educación superior mejora no solo el potencial de ingresos, sino también la capacidad de encontrar trabajo.
Otra gran ventaja de la educación en el lugar de trabajo, según los analistas. Como ejemplo, en 2018, los graduados universitarios de 25 a 34 años ganaban un 38% más que los graduados de secundaria, y para aquellos de 45 a 54 años, la diferencia era del 70%.
En cuanto al contexto español, un informe del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deporte indica que los graduados universitarios reciben en promedio un 55% más que aquellos con un título de secundaria, lo que sitúa su importancia en la educación superior para mejorar las perspectivas salariales.
Reduciendo el desempleo
Las tasas de desempleo van junto con el nivel educativo. Según la investigación de la Unión Europea, el desempleo entre adultos de 25 a 64 años con educación terciaria es dramáticamente diferente de otros casos y, por lo tanto, en un rango bajo en comparación con los adultos que completaron solo educación secundaria o menos. Esto muestra la relevancia de una educación continua y especializada para mantenerse competitivo en el escenario laboral. Es de vital importancia que se señale que frente a los rápidos cambios exigidos por las nuevas tecnologías, hay una demanda de formación que responda al contexto actual. “Nuestra experiencia respalda la idea de que la formación profesional proporciona no solo habilidades prácticas y conocimientos que están alineados con las demandas del mercado laboral, sino un aumento en la empleabilidad que es cuantificable y estadísticamente relevante”, dijo Sergio Baeza, director de políticas académicas para IBP Formación Profesional.
La inversión en educación proporciona no solo habilidades técnicas sino también una capacidad para el pensamiento abstracto, razonamiento crítico y la capacidad de adaptarse al cambio, cualidades todas vitales en un entorno del siglo XXI definido por el rápido cambio tecnológico y la globalización. Beneficios socioeconómicos
Una inversión en educación asegura que los beneficios de la inversión se transfieran de los individuos a la sociedad y la economía mundial en general. Los datos sobre esto muestran que por cada año adicional de escolaridad, el PIB per cápita crece entre un cinco y un quince por ciento. Por ejemplo, Alemania muestra un PIB per cápita de 51.8 mil dólares con 13.1 años de educación promedio, mientras que en Irlanda, con 13.7 años de educación, alcanza un PIB per cápita de 91.1 mil dólares. Una población educada es clave para la innovación, el desarrollo económico y la reducción de la pobreza.
La educación se considera uno de los imprescindibles para la promoción de la equidad y la igualdad de oportunidades que permite a las personas de diversos orígenes mejorar su situación económica y social y cerrar estas brechas de desigualdad.
La evidencia disponible revela que la inversión en educación no es solo un medio de desarrollo personal sino también una de las piedras básicas para el desarrollo económico y social. Proporciona acceso a un mercado laboral exigente y competitivo, clave para construir una sociedad más justa y próspera. Esto, por lo tanto, significa que la educación debe ser vista y promovida por gobiernos así como individuos como un recurso significativo para asegurar que el futuro esté lleno de grandes promesas para todos.